-a miguel de molina-
miro ese piojo
allí, i le veo
él no me ve
ni sabe, creo
de asuntos de ver
mirar..., ser visto
---
i para qué
yo me pregunto
precisaría él
(un piojo)
de saber de ver
de ser visto
-o de a mi verme?
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«helos ahí», se mofan
«unidos por el destino»
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señoras: qué necedad!
señores: qué desatino!
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él está allí
el Chupador!
yo... aquí
el chupado...
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unidos?; juntos?
qué va!, qué nada!
así de solos estamos
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su vida huera
e ingloria muerte
(como las mías, igual)
apenas en el papel
se entrelazan
-i no tan fuerte
---
siga él de ese
modo, silente
irreverente
(i 'picante')
con la rutina
de las sangrías
a que su piojedad
le inclina
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de bien chuparse
al mariscal, o a la dama
al figurón de la corte
o al magnate; al cardenal
a la alcahueta, o la vate!
---
que siga entonces el curso
que desde siempre transita
de ese sistema-destino
que es su sino, i es su meta
---
que yo, de igual modo
mas «por las mías»
inciertos caminos persigo
---
alfombra de espinos mis días
vacías estepas mis horas
........................... sin vino
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